18 de noviembre de 2014

Grandilocuente odisea

Interstellar (Interstellar, 2014)

Dirección: Christopher Nolas
Guión: Christopher Nolan y Jonathan Nolan
Intérpretes: Matthew McConaughey, Anne Hathaway, Jessica Chastain, Bill Irwin, John Lithgow, Casey Affleck, David Gyasi, Michael Caine, Matt Damon, Wes Bentley
Fotografía: Hoyte van Hoytema
Música: Hans Zimmer

Se pueden leer en muchas reseñas de Internet en los últimos días frases de los aférrimos fanáticos de Nolan como "lo ha vuelto a hacer" o "ha vuelto a superarse", y hay que reconocer que tienen parte de razón; no tanto en la calidad final de Interstellar como en el listón de sus pretensiones. Y es que el director de Memento (2000) parece seguir apuntando cada vez más alto a costa de que las expectativas siempre le jueguen en contra. Nolan es, casi con total seguridad, el director más ambicioso de su generación. De ahí, las constantes (y muy discutibles) comparaciones con Stanley Kubrick al que ahora, finalmente, ha decidido homenajear de una forma más clara. La cinta es algo así como una versión familiar de 2001: Una odisea del espacio (1968) o, por decirlo de otra manera, una mezcla entre los universos de Kubrick y Steven Spielberg, pero (eso sí tiene mérito) sin perder el sello Nolan.

Dejemos claro, de entrada, que nos encontramos ante una muy buena película que, sin embargo, no cambiará la historia del cine ni la vida de la mayoría de sus espectadores. De hecho, más que romper con todo lo anterior, recoge el legado con respeto creando una especie de recopilación de los elementos más característicos del género para darles un aparente enfoque siglo XXI. Nolan insiste en acentuar su fama de visionario dándole a sus blockbuster su genuino sello de autor en mayúsculas. El resultado es, en este caso, un excelente producto comercial, entretenidísimo, por momentos apasionante, lleno de verborrea científica, sentimentalismo, acción y toques de humor (como suele ser habitual, a cargo de los robots).

Matthey McConaughey vuelve a bordar su papel de antihéroe tejano acompañado de un reparto estelar entre los que destacan Anne Hathaway y Jessica Chastain, confirmando que el relevo generacional ha llegado ya a Hollywood. La complejidad de la historia (de la que, por respeto a quienes no la hayan visto, mejor no desvelar nada) da un nuevo sentido al concepto "bigger than life", estirando las posibilidades del tiempo y el espacio hasta hacerlas doblegar sobre sí mismas. Narrativamente, funciona como un reloj, sorteando hábilmente todas sus dificultades y, ante los ojos, todo parece cuadrar. Quizás en debates posteriores, habrá quien sugiera posibles agujeros de guión... pero lo cierto es que ya, prácticamente, esas discusiones forman parte del ritual.

El filme trata, en cualquier caso, de buscar respuestas en el más allá (obsesión histórica) para entendernos a nosotros mismos. Así, la respuesta de Nolan es constructiva y esperanzadora, apostando por los lazos paterno-filiales (el amor instintivo) como salvación de la humanidad. Y, en este sentido, será difícil disgustar a nadie. En cuanto a su contenido filosófico, es más formal que trascendente. Aunque, tras casi tres horas de emociones y aventuras sin descanso es algo que, en realidad, importa bien poco.

Recomendada para optimistas respecto al futuro del ser humano y amantes de la buena ciencia ficción.
No recomendada para los haters de Nolan o poco amigos de la grandilocuencia. 

No hay comentarios: