16 de mayo de 2014

Más allá del 'carminismo'

Carmina y amén (2014)

Dirección y guión: Paco León
Intérpretes: Carmina Barrios, María León, Paco Casaus, Yolanda Ramos, Estefanía de los Santos, Manolo Solo, Mari Paz Sayago
Fotografía: Juan González Guerrero
Música: Varios

Tras generar un encendido debate sobre la distribución en el cine con Carmina o revienta (2012), Paco León recupera el personaje interpretado por su madre para dar un paso hacia delante en su carrera como cineasta. A diferencia de la que fue su ópera prima, Carmina y amén va más allá del experimento hiperrealista para construir una historia de principio a fin, más convencional en muchos aspectos pero, sobre todo, mucho más madura. El argumento, que bien podría haber ideado Azcona, cuenta cómo, tras la repentina muerte de su marido, Carmina decide no dar parte de la defunción hasta pasados dos días para así poder cobrar la paga extra que él tenía pendiente. A partir de ahí, el filme deambula entre la comedia de enredos con cadáver, el falso documental y el drama social más áspero para, sin terminar de definirse, cerrar el círculo con una vitalista declaración de intenciones.

Entre el cine de Almodóvar y el de Fernando León de Aranoa, igual que la primera entrega, la película encuentra un tono cercano al posthumor muy difícil de definir que, sin embargo, consigue momentos brillantes como la escena del velatorio, con diálogos que parecen verdaderos pedazos de realidad filmados. Esperpéntica, irónica, grotesca y natural, el espíritu de la cinta sigue muy ligado a la incomensurable personalidad de Carmina Barrios aunque, esta vez, acompañada de un guión, por momentos, algo mecánico pero mejor estructurado. En cualquier caso, su sola presencia continúa aportando esa fuerza desbordante de mujer luchadora que puede contra las situaciones más adversas. María León y Yolanda Ramos acompañan en su cruzada a esta peculiar heroína de extrarradio, así como un costumbrista abanico de secundarias entre las que la supuesta amiga de la reina Sofía sigue teniendo una gracia especial.

De esta manera, Paco León insiste en extraer la universalidad del andalucismo que tan bien conoce aunque, en lugar de caer en la burda repetición del gag, lo aborda como un nuevo reto narrativo por el que ha sabido afinar la mirada sociológica. La valentía del actor de la serie Aída como realizador está, sin duda, al nivel de la de Carmina enfrentándose a la muerte; una fuerza, la de ambos, encomiable y sobrecogedora.

Recomendado para "carministas" reconocidos y posibles nuevos adeptos.
No recomendado para los que sean más del gusto de realidades adornadas.

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