2 de marzo de 2014

Piratas contemporáneos

Capitán Phillips (Captain Phillips, 2013)

Dirección: Paul Greengrass
Guión: Billy Ray
Intérpretes: Tom Hanks, Catherine Keener, Chris Mulkey, John Magaro, Max Martini, Barkhad Abdi
Fotografía: Barry Ackroyd
Música: Henry Jackman


Si no hubiera sido por la revitalización que supuso Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra (2003), el género de corsarios que tantas alegrías dio al cine de aventuras en la época dorada de Hollywood (más o menos como el western), seguiría siendo poco más que una categoría nostálgica. No obstante, aun con la demostración de Disney que todavía los bucaneros pueden funcionar al estilo clásico, Paul Greengrass ha optado con Capitán Phillips por ofrecer una visión diametralmente opuesta a las peripecias de Jack Sparrow y compañía. Basada en una historia real, el filme tiene la pretensión de retratar con el máximo realismo el asalto de un grupo de somalís a un barco norteamericano en aguas cercanas al Cuerno de África. Con un (falso) afán documentalista, el director de El mito de Bourne (2004) construye un conflicto trepidante, tenso y emocionante, demostrando, de nuevo, su gran habilidad para las escenas de acción con verosimilitud. 

El problema es que partimos de un punto de vista demasiado maniqueo en el que se elevan exageradamente las cualidades positivas del héroe (Tom Hanks, americano ejemplar) sin mostrarnos ni un pequeño defecto de su actitud como capitán, hombre, padre o esposo. Todas y cada una de sus acciones, incluso las que van contra los objetivos de los piratas en los momentos más duros, son honestas y responden a una ética universal algo increíble y bastante simplona. Por otro lado, nada se nos enseña de las condiciones de vida en que se hallan los somalís y sus familias, ni los motivos por los que se pueden ver empujados a hacer lo que hacen. Lo que vemos de ellos es la caricatura de cómo un estadounidense imagina a sus enemigos: su fealdad, su vileza, su agresividad; y (casi) nunca su necesidad y desesperación. No obstante, a medida que avanza la cinta, aparecen pequeños elementos en los que se intuye que esa dicotomía entre buenos y malos es solo aparente.

En cualquier caso, es el desenlace lo que salva definitivamente la película, dejando un saludable sabor agridulce que, por primera vez, cuestiona quiénes son, en realidad, las verdaderas víctimas en todo esto. También las interpretaciones de los actores suben notablemente el listón: los secundarios de ambos bandos, el actor Barkhad Abdi (toda una revelación) y, por supuesto, Tom Hanks, creíble, contenido y emocional. Ojalá se hubieran atrevido a añadir algunas sombras al arco de su personaje para que tuviera algo más de profundidad. Resulta curioso que, respecto a esto, sí que se ha optado por definir al héroe al estilo de estrella del cine clásico.

Recomendado para los que busquen una de piratas con acción y emoción realista.
No recomendado para los que tiendan a ponerse del lado de los malos.

No hay comentarios: